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lunes, 11 de enero de 2016

Estrategias para memorizar el material que estamos estudiando (primera parte)


En este artículo, elaboro en formas de mejorar la retención de la información que estamos estudiando usando estrategias diseñadas específicamente para memorizar. Similar a estrategias de estudio previas, las estrategias que aquí delineo son adecuadas para estudiantes de nivel intermedio a superior, incluyendo universitarios, los cuales no deben tener dificultad en usarlas de manera independiente (sin la ayuda de un adulto). Estudiantes de nivel primario y niños con necesidades especiales probablemente requieran de la ayuda de un maestro o tutor.

Si necesitas memorizar la información, obtendrás mejor resultado si limitas tu práctica a sesiones cortas intercaladas por recesos. Nunca te excedas de 30 minutos a la vez por práctica o tópico. Tu cerebro recordará mejor la información si completas al menos tres sesiones de 30 minutos cada una (30 minutos práctica + 10 minutos de receso cada vez x 3 ocasiones) en lugar de realizar una sola práctica de 1 ½ hora de duración y sin receso.

Dale prioridad a la información a memorizar empezando por lo más importante y terminando con lo menos importante.

Relaciona o conecta lo que estás aprendiendo y necesitas recordar con lo que ya tú conoces. Puedes usar una ficha o tarjeta índice donde tengas escritas las siguientes preguntas: (1) ¿Qué aprendí en esta lección? y (2) ¿Cómo esto relaciona con otras cosas que ya conozco? Puedes contestar estas dos preguntas ya sea oralmente o completando un organizador gráfico (ejemplos: línea del tiempo, tabla, diagramas tipo “arañita”, “tormenta de ideas” o brainstorming, causa y efecto, comparando y contrastando).

Conecta o une lo que quieres recordar con algo que te es familiar, y encadena el nuevo concepto, tópico o tema a lo que ya conoces. Por ejemplo, puedes conectar el análisis de una pintura del renacimiento con un videojuego, preguntándote, “¿Cómo esta pintura es similar a este juego de video?” y “¿En cuáles aspectos son diferentes?”.
Trata de recordar algo en tu pasado que se asemeja o ilustra la nueva idea o el nuevo concepto.

Completa las siguientes oraciones: (a) Esto es como… (b) Esto me recuerda a…

Aparea lo que te es familiar con lo que tienes que aprender. Por ejemplo, “ecléctico” (o sea, seleccionando o creando de varias fuentes) suena como “eléctrico”. Existe “electricidad” en varias fuentes.

Pregúntate, “¿Qué conocimiento previo tengo al cual puedo relacionar (conectar, unir, aparear, encadenar) esta nueva información?”. Otras preguntas que ayudan a “desenterrar”, sacando de las profundidades de nuestra mente nuestro conocimiento previo son:
  • ¿Qué me recuerda esta nueva información?
  • ¿Puedo asociar esta información con algo que ya conozco?
  • ¿Puedo comparar (semejanzas) esta información con algo que ya conozco? Por ejemplo, ¿En qué se parecen ________ y ________?
  • ¿Puedo contrastar (diferencias) la información con algo que ya conozco? Por ejemplo, ¿En qué aspectos ________ y _______ son diferentes?
  • ¿En general, cómo esta nueva información es diferente a las cosas que ya conozco? ¿Qué cosas únicas, cómicas, incluso tontas o absurdas, vienen a mi mente cuando pienso en esta nueva información?

Para ayudarte a recordar la información, contesta la siguiente pregunta: ¿Qué estrategias puedo usar para organizar este tipo de material? Puedo...
  1. Agruparloponiendo tres artículos juntos (ejemplo: abrigo, pantalones, sombrero; abrigo, pantalones, sombrero…) es más eficiente que repitiendo cada uno individualmente (ejemplo: abrigo, abrigo, abrigo; pantalones, pantalones, pantalones…).
  2. Apiñarlos como si fuesen un racimo, colocándolos bajo una misma categoría. Este es el material que relaciona a algo más grande. Por ejemplo, mantequilla, maní, jalea y pan son los ingredientes que usamos para hacer  un emparedado (concepto mayor).
  3. Relacionar el material como “de parte a todo”. Por ejemplo, uña es parte de dedo; el dedo representa el todo.
  4. Categorizar el material. Por ejemplo, cinco envases que se usan para contener líquidos. Cada ítem, artículo o elemento forma parte de una misma categoría (envases).
  5. Imaginar o “ver en mi mente” la información. En otras palabras, puedo crear una imagen o puedo visualizarlo.
  6. Etiquetar y decir los nombres de los objetos o elementos al mismo tiempo que los visualizo.
  7. Hacer un dibujo o dibujar un símbolo que me ayudará a representar y recordar la información.

Con material de índole visual (ejemplo, diagramas), habla contigo mismo (en voz alta o susurrando) según vas mirando el material. Por ejemplo, susurra los datos o los pasos de un proceso al mismo tiempo que los estás mirando. Debes hacer esto varias veces y, finalmente, vas a repetir los datos o pasos otra vez, pero mentalmente. Como “último-último” paso, cierra el libro o guarda tus notas y “saca” el material estrictamente de tu memoria.

Cierra tus ojos y crea una imagen mental basada en lo que acabas de leer o estudiar.

Para que termines de leer (segunda parte),  haz clic aquí.

De interés para maestros…

Ponlos a pensar: 48 preguntas que estimulan el pensamiento crítico en nuestros alumnos — Para leerlo, haz clic en este enlace: IR AL ARTÍCULO

Motivando al desmotivado: Estrategias de motivación para estudiantes apáticos  — Para leerlo, haz clic en este enlace: IR AL ARTÍCULO

¿Por qué es importante que los niños desarrollen su inteligencia emocional (SEL)? — Para leerlo, haz clic en este enlace: IR AL ARTÍCULO

La importancia de enseñar a los niños a pensar positivamente — Para leerlo, haz clic en este enlace: IR AL ARTÍCULO

 

 

 

Educación > Autoayuda > Disciplina > Emociones del niño

Atención maestro: ¿Necesitas un modelo en educación emocional para implementarlo en el aula? Entonces, echa un vistazo a este innovador recurso:

 

RET

La fórmula para educar niños emocionalmente inteligentes

Una guía psicoeducativa para padres y maestros

 

Sinopsis:

Un informativo viaje dentro del fascinante mundo emocional del niño para entender los pensamientos y sentimientos que, de manera negativa o positiva, influencian su comportamiento. Aplicando los principios RET (pienso — siento — actúo), nuestros niños aprenden a superar los retos de sus situaciones personales difíciles, manejando mejor su mundo emocional.

Descripción larga:

«RET: La fórmula para educar niños emocionalmente inteligentes» de Carmen Y. Reyes es una innovadora guía psicoeducativa para padres, maestros y otros profesionales al servicio de los niños. Por décadas, los maestros y personal auxiliar sirviendo a niños con necesidades especiales han usado intervenciones cognitivas-emotivas para ayudar a niños crónicamente disruptivos, en particular, niños con problemas de coraje recurrente y niños agresivos. Siguiendo un sistema de regulación emocional conocido como «Modelo ABC de las Emociones», los niños estresados aprenden cómo su conducta agitada en el punto C (la consecuencia) no es una reacción a lo que les pasó en el punto A (el antecedente), sino una reacción a lo que ocurrió en el punto B (el punto de sus creencias o beliefs en inglés); o lo que es lo mismo, la conducta alborotada del niño en C es una reacción a B; o sea, una respuesta a su creencia o a lo que el niño está pensando y creyendo sobre lo que le pasó. Más específicamente, los sentimientos de coraje del niño y sus conductas agresivas son consecuencia directa de ambos: (a) sus pensamientos negativos acerca de lo que le pasó y (b) su habla privada o personal negativa (las cosas negativas y pesimistas que el niño se está diciendo a sí mismo). Influenciándose mutuamente, los pensamientos negativos y su habla privada pesimista son creados y repetidos hasta la saciedad en la mente del niño en su punto emocional B, o en el nivel de sus creencias. Central a la filosofía RET está la premisa de que las cosas que nos pasan (los eventos) no son ni buenos ni malos; ni positivos ni negativos. Por lo tanto, los eventos no nos influencian; tampoco determinan nuestra conducta o las cosas que hacemos. Lo que verdaderamente nos influencia a comportarnos como lo hacemos es nuestra percepción e interpretación personal de A (del evento). Por ejemplo, al percibir el evento como «horrible y espantoso; una pesadilla», el niño «le pega una etiqueta negativa» a ese evento (el evento fue «humillante» para el niño), y entonces, el niño reacciona a su etiqueta (humillado y en actitud vengativa), en lugar de responder objetivamente al evento actual. Si pensamos esto más detenidamente, podemos darnos cuenta de que en esta premisa RET existe una poderosa idea: Nuestras emociones, positivas y negativas, no ramifican de nuestro medioambiente o de las cosas que nos pasan, sino de lo que pensamos y creemos acerca de las cosas que nos pasan. Esto conduce directamente a un segundo postulado, quizás más empoderante que el anterior: Todos tenemos un alto grado de control sobre la manera en que nos comportamos y sobre nuestra conducta en general. Si no nos gusta la forma en que nos estamos sintiendo (o comportando) en relación a un evento, todo lo que tenemos que hacer es cambiar la manera en que estamos pensando en relación a ese evento. En esta informativa guía en educación emocional, la autora detalla el procedimiento RET para niños, presentando intervenciones especialmente diseñadas para ayudar a los niños a tomar el mando de sus sentimientos, lo cual, por extensión, los ayuda a asumir sus responsabilidades personales y a reclamar el control sobre su propia conducta. El modelo RET y sus procedimientos son apropiados para manejar niños con problemas de coraje, con déficits en destrezas sociales/pobres interacciones, o simplemente para ayudar a niños con conductas típicas, pero que están batallando contra las preocupaciones y pesares inherentes a su crecimiento mental y emocional.

Tópicos desarrollados en esta guía:

Autocontrol

Autodisciplina

Autoeficacia

Autoestima del niño

Autoimagen del niño

Autonomía y responsabilidad

Pesimismo/Optimismo

Dando apoyo emocional al niño

Niños estresados

Manejo del coraje

Conducta del niño

Emociones del niño  

Inteligencia emocional

Pensamiento y razonamiento crítico

 

6x9/122 págs

En formatos impreso y digital

8.00 Edición Digital/16.00 Edición Impresa (USD)

7.20 Edición Digital/14.40 Edición impresa (Euros)

 

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